Este sábado por la tarde algunos jugadores de la LFA se dieron cita al norte de la ciudad en el campo de “vietnamitas” en Lindavista para tener una amena convivencia con los equipos infantiles que pertenecen a este club. Los jugadores se hicieron presentes poco después del mediodía y realizaron actividades de entrenamiento con los pequeñitos que no perdían detalle de las técnicas y consejos que los jugadores les indicaban.
Por parte del Imperio Azul, actual líder de la liga y primer finalista del torneo asistieron: el liniero ofensivo Eduardo Aguirre Espinoza, los linieros defensivos Jorge Juan Morales y Mubalama Massimango, el receptor José Victoriano Garatachea y el corredor Omar Alejandro Cojolum.
Mientras que por Raptors estuvieron presentes: los corredores: Alan Alexis Alcalá Álvaro Jesús Camacho. Por el equipo de Eagles el receptor David García de la Torre representó a los rojos.
Al finalizar la práctica con los niños, algunos jugadores expresaron su sentir sobre el poder tener la oportunidad de realizar este tipo de acercamiento con los equipos infantiles.
El jugador de República Democrática del Congo, Mubalama Massimango comentó sobre el esfuerzo que ha realizado para llegar al nivel profesional y la emoción que siente de compartir sus experiencias con los niños: “Esta es la mejor de las experiencias, el hecho de hacerles comprender a los niños que pueden llegar a donde ellos quieran. Nosotros hace 20 o 25 años, soñábamos estar jugando profesionalmente y por muchas razones aquí en México no se había podido dar”
De igual forma, el jugador de Mayas le dio un consejo a los jóvenes que quieren dedicarse a ser jugadores: “El ser semillero de esta liga, hace que me sienta orgulloso. Lo que estamos haciendo nosotros es un granito de arena de lo que viene, lo único que puedo decir es que no se dejen de preparar, que luchen, que los que estamos aquí hemos hecho muchos sacrificios, pero cuando te encuentras en un campo profesional te das cuenta que todo vale la pena”.
Mientras tanto, el jugador de Raptors, Álvaro Camacho expresó su emoción al ser invitado a realizar esta actividad: “La convivencia con los niños es de lo mejor que me ha tocado vivir como jugador de futbol americano. Nunca me esperé estar invitado a algo como esto y me da gusto poder compartir todo lo que he aprendido como jugador, las experiencias que he tenido.
El corredor espera que se quede el recuerdo y la experiencia compartidas en los infantes: “Ojalá que se quede algo en los niños y aprovechen, a mis compañeros y a mí que ya nos tocó pasar por todas estar categorías, desde infantiles, juveniles, liga mayor y todas las dificultades que hemos tenido y que vean que se puede llegar a donde ellos se lo propongan y tener todo lo que brinda este bonito deporte”.
El número 13 también enfatizó la responsabilidad que tienen ahora al ser figuras de la liga: “Ahora como profesional tenemos que dar un buen ejemplo. Hoy muchos niños nos están observando lo que hacemos, como lo hacemos, que decimos, y eso es una gran responsabilidad que con gusto estamos tomando”.
Por su parte, el corredor de Mayas, Omar Cojolum recordó una de las experiencias que vivió cuando era niño jugando en las infantiles: “La convivencia con los niños es algo increíble, yo aún recuerdo que cuando muy pequeño me tocó una convivencia con Marco Martos (jugador de la LFA Europa durante 8 temporadas) que fue quien me firmó unas fundas que aún conservo y eso me marcó.
Para concluir aludió a la responsabilidad que tiene como jugadores profesionales para promover este deporte: “Ahora nos toca a nosotros enseñarles a los niños algo de lo que hemos aprendido y seguimos aprendiendo. Ya he visto que muchos de ellos han ido al estadio a ver los partidos y eso es lo que esperamos, que desde infantiles empiece a crecer el nivel y que se vayan formando desde pequeños para que sean parte de esta liga”.
Los jugadores firmaron autógrafos y se tomaron fotos con niños y padres de familia que se encontraban en las instalaciones, posteriormente se realizó una comida para concluir con esta actividad.
Por: Evangelin Melher y Carlos Aguirre