No cualquiera es apto para el fútbol americano ya que es un deporte que implica, entre otras cosas, superarse todos los días, ser fuerte en la parte mental más que en la física y lograr vencer las adversidades que se llegan a presentar desde el primer día en que se entra al vestidor.
El defensivo de Mexicas, Gerardo “Mokay” Ramírez (número 4), llegó a la “sangre mexica” en la segunda selección del Draft 2020 para reforzar la defensiva del equipo por aire. Principalmente y gracias a que nunca perdió el ritmo pues siempre se mantuvo en constante preparación, ha logrado dar buenos resultados desde la primera jornada.
A pesar de ser uno de los cornerbacks de altura promedio (1.73 metros), el defensivo ha sido capaz de mantenerse al margen con los receptores que enfrenta gracias a su habilidad, velocidad e inteligencia en el juego; por ello, en lo que va de la temporada, tiene 6 pases desviados (siendo de los mejores en protección por pase), 14 tackleadas, 3 asistencias, 2 intercepciones, 1 pick-six y candidato para la CFL.
“Trabajar con Gerardo es de lo mejor, ya que al ser muy físico ayuda mucho cuando enfrentamos a receptores muy hábiles. Es muy disciplinado, estudioso y constante. -comentó el entrenador de perímetro, Fernando Rodríguez. -Además tiene una muy buena actitud, siempre abierto, humilde, logrando hacer un buen trabajo.”
Para Gerardo esta etapa de jugador profesional ha sido una oportunidad de seguir trabajando en sus debilidades para fortalecerlas; al mismo tiempo, disfrutar el estar en el campo, dando su máximo en todo momento caracterizándose por ser un jugador que busca superarse constantemente.
“Es una liga que me sigue apoyando para seguir desarrollándome como jugador, persona y padre de familia.” -comentó Gerardo-. ”El esfuerzo te da frutos; uno sigue haciendo las cosas que debe para aprovechar al cien las oportunidades cuando se presentan.”
Motivado por la vida, el reto constante, su familia y su hija, Gerardo no solo tienen el sueño de obtener un lugar en la CFL o de acompañar a su equipo a un campeonato; uno de sus principales objetivos es lograr ser un buen hombre en el terreno de juego, con su familia y lo más importante, en la vida.
Por: Fernanda Mayen